L’oient Patxi Galán ha fet arribar a Ràdio Illa aquesta carta, que reproduïm íntegrament, amb relació a la situació actual a la nostra illa.

“Señoras y señores, políticos y políticas de todos los colores del Consell de Formentera, superada la fase más dura de esta crisis sanitaria en Formentera, nos encontramos con que este virus, además de víctimas personales, ha dejado al descubierto una crisis mucho más profunda y duradera: el empobrecimiento de muchas familias de trabajadores y trabajadoras de la isla.
Ahí están los datos: 350 familias están recibiendo el bono comida semanal de los servicios sociales del Consell, otras 219 familias están recibiendo alimentos de primera necesidad de la ONG Formentera Solidaris, y así mismo unas 450 personas o núcleos familiares reciben a día de hoy la renta social garantizada por no disponer de ningún otro ingreso.
Estos son los datos. Datos sangrantes y tristes.
Y son datos sangrantes porque no es una pobreza que se dé en un territorio sin recursos económicos como estamos acostumbrados a ver en otras partes del mundo. Es una pobreza que se da en uno de los municipios más ricos y caros del estado español, por el que se mueven millones y millones de euros cada temporada turística.
Es una pobreza provocada por una política que apenas pone límites al turismo, inflándose así la burbuja inmobiliaria y fomentando la especulación hasta límites inasumibles, enriqueciendo a unas familias y empobreciendo a otras. Porque en Formentera la gente no es pobre por falta de trabajo. Apenas hay paro. La gente es pobre porque a pesar de trabajar vive ahogada por el alto coste de la vida en la isla, principalmente de la vivienda, pero también de la cesta de la compra y demás servicios.
Los precios más caros del estado español, a los que hay que hacer frente con los mismos salarios. Así que muchos trabajadores y trabajadoras vivimos en el umbral de la pobreza sin poder ahorrar para poder afrontar cualquier crisis que se nos presente, como estamos viviendo estos días. Y esta es la razón de la pobreza en Formentera, señoras y señores. Cuando la política no toma medidas para proteger a todos sus ciudadanos, el libre mercado, basado en la oferta y la demanda, es el que marca los precios, ahogando a las familias con menos recursos.
Y esto no es algo que no se sepa. Llevamos años reclamando soluciones al alto coste de la vivienda en Formentera. Incluso todas las formaciones políticas lo reconocisteis como el principal problema al que se enfrenta la sociedad de Formentera en el último debate electoral.
Pero a pesar de ello no asumís la responsabilidad que os corresponde, siempre echando balones fuera y culpando al libre mercado del problema, como si las licencias turísticas las concediera el Ibex 35 o Wall Street, cuando la capacidad de otorgar o limitar el número de licencias turísticas es única y exclusivamente del Consell de Formentera, pudiendo reducir su número y dejar así una cantidad de viviendas suficiente fuera del mercado turístico para desinflar la burbuja inmobiliaria y reducir así los precios del alquiler habitacional para las familias trabajadoras, por el mismo sistema de la oferta y la demanda.
Y es triste porque no parece que se haya interpretado correctamente las lecciones de esta crisis, ni que las vayamos a aprovechar para sacar conclusiones y realizar cambios socioeconómicos profundos, reduciendo la dependencia y el impacto del turismo, tanto social como medioambientalmente; diversificando la economía; apostando por sectores como el primario, las energías renovables o la artesanía; tejiendo una sociedad más justa y sostenible, para ser más autosuficientes y así poder hacer frente a otras más que posibles crisis.
Al parecer y en vista de lo que se escucha, solo se está esperando a que se pueda restablecer el tránsito de turistas cuanto antes para volver a la “normalidad” y seguir repitiendo la fórmula de apostarlo todo al turismo, promocionando la isla con bonitas imágenes del “último paraíso del Mediterráneo”, al que además ahora le añadiremos la coletilla de destino seguro. Imágenes que, por supuesto, seguirán escondiendo la precariedad y el empobrecimiento en el que viven una parte de sus vecinos y vecinas.
Señoras y señores, políticos y políticas del Consell de Formentera, les pido por favor que no nos hablen de solidaridad y sostenibilidad, de comercio de proximidad, ni de compra en casa, porque algunas familias de Formentera no tenemos casa, y a duras penas nos llega para pagar el alquiler.
En su lugar hagan políticas sociales, solidarias y valientes, que protejan a quien más lo necesita: dejen de dar todo tipo de concesiones y licencias al turismo, reduzcan el número de licencias a cifras más acordes con las capacidades y necesidades de la isla y entonces podremos empezar a hablar de una sociedad formenterense solidaria, sostenible y respetuosa con el medio ambiente, porque vivir en Formentera a día de hoy para muchas familias es insostenible, y esto no es una opinión: ahí están los datos.

Atentamente; Patxi Galán, trabajador y vecino de Formentera”.